
Algunas veces te encuentras ante situaciones en las que piensas y sientes que deberias dar una respuesta negativa ante una propuesta o situación, pero "intuyes" que esa respuesta no va a gustar demasiado a la otra parte.
En esos casos la persona se debate entre ser congruente consigo misma y ser capaz de defender sus derechos,pensamientos y/o sentimientos o adoptar una actitud pasiva y quedarse con todo el conflicto en su interior, y por supuesto con la ansiedad que esa actitud genera, dejandose llevar por el pensamiento de que se estan aprovechando de ella.
Se trata, en definitiva, de ser o no asertivos.
¿Qué es la asertividad?
Se define como la capacidad de una persona para transmitir a otra sus deseos, opiniones, creencias o sentimientos de manera eficaz y sin sentirse incómodo
Una persona ASERTIVA es aquella que es capaz de manifestarse como es, dice lo que piensa, sin provocar en el otro conductas agresivas, de rechazo o huida y, además, sin guardarse en su fuero interno ningún sentimiento de lucha, agresión, rechazo o huida.
Definimos conducta ASERTIVA como la capacidad de poder decir cualquier cosa a cualquier persona desde el respeto,sin molestar, herir, ni ofender y por supuesto, sin quedarnos nosotros incómodos.
Tengo derecho a decir "No"
Tengo derecho a no entender algo.
Tengo derecho a cometer errores.
Tengo derecho a expresar mis opiniones y a que se me escuche.
Tengo derecho a satisfacer mis necesidades.
Tengo derecho a contribuir.
Tengo derecho a la dignidad.
Tengo derecho a tomar mis propias decisiones.
Tengo derecho a ser tratado con consideración.
Por supuesto, partiendo del hecho de que "Los demás tienen derecho a..."
La asertividad está unida a la autoestima: a mayor asertividad mayor autoestima. Cuando uno siente que es capaz de defender sus derechos, de resolver conflictos y de tomar sus propias decisiones , sin dejar que sean los demás los que decidan , la imagen que tiene de si mismo y la confianza mejoran mucho.
La persona asertiva tiene metas claras. Sabe a dónde va y aquello que quiere conseguir y lo expresa de un modo claro, directo y sin ofender a su interlocutor.
Independientemente de que se consiga o no producir un cambio en la otra persona, sabremos que hemos actuado adecuadamente, en lugar de someternos pasivamente a las demandas del otro.
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