Hoy no es un día cualquiera.

Hoy no es un día cualquiera, aunque pueda parecerse a cualquier otro.

El mismo madrugar, las mismas rutinas, idénticas horas, y sin embargo, todo es diferente. Un año más se ha añadido a las alforjas que portarmos desde el mismo instante en que nacemos.

Un beso, un abrazo, felicitaciones, sms ( también nos modernizamos), ¿sonará el teléfono?
Es el día del balance de aquellos a los que importamos.

Y tal vez, el día que escogemos para hacer nuestro personal balance de vida.

Miradas atrás: largo caminar; aunque parezca que aún no pesa en el cuerpo, tiene mucho peso en la conciencia.
Momentos inolvidables y momentos para olvidar; menos mal que siempre queda el bálsamo de los recuerdos, previamente pasados por el tamiz de la memoria.

Miradas hacia delante: A esta altura del camino llegas a la absoluta convicción de que , pase lo que pase, hay que seguir avanzando, y a poder ser, como decía una amiga, sin mirar atrás. Con el paso lo más firme y resuelto que el cuerpo, y la mente, nos permita.

Seguramente queda aún mucho por descubrir y experimentar, mucho que aprender, comunicar, saborear, mucha gente a la que amar, besar y abrazar, mucho que compartir y muchos afectos que dar y recibir.
¡ Todo un espectáculo de malabares con la vida!

Los sustos, errores, vértigos, disgustos ... llegarán también, esos siempre acaban por llegar, y aunque hay que estar preparados para saber enfrentarlos , es mejor no tenerlos presentes; y menos aún cuando la ilusión por la vida está delante , no es cuestión de chafarla.