sábado, 17 de abril de 2010

Indiferente indiferencia


...La indiferencia es el "apaga y vamonos" de la convivencia, el amianto que nos protege de los fuegos con los que otros quieren asar y condimentar nuestros sentimientos y devenires. Porque el amor y el odio, aunque sea desde extremos bien opuestos siempre aproximan, porque lo único que definitivamente separa es la indiferencia.

Luchar contra lo que no interesa es una opción muy personal. Pero la lucha muchas veces provoca la contrarréplica, el uno frente al otro, la rueda de las malditas historias interminables.

La indiferencia es envolverse de la suficiente indignación para irse sin ruido, recuentos ni historia. Es el adiós de boca cerrada, aquella en la que, como dice el dicho popular, no entran moscas.

Ángela Becerra



Opino que no hace daño quien quiere, sino quien puede. No nos podrá hacer daño aquel ante el que nos mostramos indiferentes, aquel que no es capaz de despertar en nosotros querencias, pero tampoco rencores ni odios. La indiferencia es el muro de hormigón de los sentimientos.

Lamentablemente ese muro hay quien también lo levanta ante las calamidades y sufrimientos ajenos, como un impermeable que evita que cale en sus sentimientos.
Una actitud que a veces tan solo es el escudo que esconde las fisuras emocionales y afectivas de quien lo porta.

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18 comentarios:

Flautista de Neón dijo...

Y es que la indiferencia, no es sólo un arma defensiva, para protegernos de una influencia negativa.

También puede ser un arma ofensiva, que es capaz de herir y hundir los ánimos de otras personas.

Muy cierto eso que expones, Carmen.

Mi abrazo, te lo doy sin indiferencia, con mucha calidez afectiva.

anjali dijo...

Hoy tocas un tema, que para mi es delicado y al que en los últimos tiempos le he dado muchas vueltas.

La vida nos tiene fritos,en general, todo son desgracias, disgustos y penas. Si ves el telediario, te mueres; si lees el periodico, peor; sales a la calle y no sabes donde mirar; pobreza, enfermedad, niños maltratados, animales abandonados, naturaleza destrozada, bandalismo y un largo etc.....

Si eres un poco sensible, te ahogas porque no sabes que hacer. Te sientes impotente. Sientes rabia, asco, verguenza y al final envidia de la gente que es capaz de sentir indiferencia.

Y piensas si no te habras equivocado, si no te dieron las armas para poder solucionarlo. Al menos porque no te permitieron sentir indiferencia?

Un besito desde mi alma dolorida.

Reflexiones de Emibel dijo...

Siento realmente indiferencia por la gente que está fuera de mi círculo y es cierto que me resbala lo que puedan opinar ó decir, no me dañan.
También es cierto que cuando el mal ó el daño viene de tus próximos, cala muy adentro, rasgando tus carnes a jirones y aunque quieras demostrar indiferencia, estás sangrando en vida. Duele. Mata.
Una entrada muy reflexiva como todas las tuyas.
Besicos, guapetona.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Encantador blog el tuyo, un placer haberme pasado por tu espacio...

Saludos y un abrazo enorme.

Contrapunto dijo...

Lamentablemente he tenido que hacer el "apaga y vamonos" para curarme en salud.

Por algo dice el refrán: Añ mayor desprecio, no hacer aprecio, es mejor pagar con la indiferencia y cerrar pagina.

Un abrazo cordial

emilio dijo...

La indiferencia es una hipocresía... nada nos es totalmente indiferente.
Por ejemplo los que dicen del futbol que les es indiferente, o lo odian, o odian que hablen de él en su presencia, siempre es una molestia.
Aquí en la blogosfera, pueden resultar muchos blogs indiferentes, los lees y no te aportan nada, entonces lo dejas de lado, es una forma de desprecio.
Yo prefiero no ser indiferente a nada, para bien o para mal.

Un abrazo.

Pluvisca dijo...

La indiferencia, para mi, es el arma que más duele...si viene de un ser querido.

Por contra, si somos capaces de ser indiferentes a quién no amamos o apreciamos, eso nos hace fuertes.

Creo que si pocas cosas nos afectan, estamos por el camino de la plenitud..ya sabes, el apego...

Un abrazo apretaillo

Paco Mira dijo...

la indiferencia es la mejor arma de la autoestima...nadie puede lastimarme porque mi corazón y mi mente son dueños de mis actos razonados desde la coherencia.

Un abrazo.

Carmen dijo...

Flautista,

Has entendido a la perfección mi planteamiento.
Es bueno a veces mantener una actitud indiferente ante ciertas personas y situaciones, pero no siempre es lo aconsejable.

Un fuerte abrazo

Carmen dijo...

Anjali,

¿Cómo ser insensibles a las circunstancias que describes?
Cualquier persona mentalmente sana no siente ese desapego afectivo y esa falta de empatia ante la desdicha ajena.

Es cierto que, ante tanto problema y falta de recursos para atender personalmente a todos ellos, tenemos que mantener cierta perspectiva y desprendimiento emocional para mantener nuestro equilibrio emocional.

Pienso que debemos "conformarnos" con ayudar en la medida de nuestras posibilidades y con las herramientas que tenemos, y aceptar que no podemos abarcarlo todo.

Un besito para tu alma sensible.

Carmen dijo...

Me sorprende tu comentario, Emibel.
Cada entrada de tu blog habla de un alma sensible a la que le importan, y mucho, las injusticias y dolores ajenos. Y no creo que todas esas personas pertenezcan a tu circulo.

Por supuesto que no nos duele por igual lo que le suceda a alguien muy cercano que lo que le suceda a alguien que ni siquiera conocemos, pero eso no quiere decir que "nos importe un pito" lo que ocurre por el mundo.

Un beso.

Carmen dijo...

Hiperión,

Bienvenido al blog.

Tu comentario no me deja nada indiferente ¡me encanta! jajaja

Un abrazo.

Carmen dijo...

Contrapunto,

Opino como tu. Hay personas o situaciones que nos pueden dañar mucho (o nosotros a ellos) y enfrascarnos en una guerra que en nada nos beneficia y de la que podemos salir muy dañados.
En esos casos es mejor optar por el "apaga y vamonos" y olvidarnos.

Y cuando la convivencia es inevitable, al menos usar un buen impermeable ;)

Un abrazo apretao

Carmen dijo...

Emilio,

Es verdad, es muy difícil sentir indiferencia. Primero has de sentir rabia, odio, malestar... para llegar a la conclusión de que es mejor dejar de lado a esa persona o situación para no ocuparte más de ella.
Quizás sería más exacto hablar de desapego emocional.

Un abrazo.

Carmen dijo...

Pluvisca,

Personalmente prefiero que, aunque me duela, sientan emociones negativas hacia mi, antes de que sean indiferentes a mi persona; porque la primera opción al menos me permite defenderme y tratar de cambiar la situación, pero la indiferencia es un muro muy complicado de saltar.

Pero no creo que si hay pocas cosas nos afecten eso significa que estemos en camino de la plenitud. Yo creo que hay cosas en las que debemos implicarnos y por las que jamás debemos de sentir indiferencia, porque esa actitud es la que nos hace sentirnos un poco más plenos.

Un fuerte abrazo.

Carmen dijo...

Bienvenida Teresa y gracias por seguirme.

El amor y el odio, aunque polos opuesto del sentimiento siempre conectan.
Si lo que pretendemos es alejarnos definitivamente de alguien,sin duda no hay mejor herramienta que la indiferencia; aunque no es tán fácil como parece llegar a dominarla.

Un abrazo.

Carmen dijo...

Merl,

Es sencillo convencer a la razón para decidirse por la indiferencia. No creo que lo sea tanto para el corazón; pero si logramos aunarlos en esa actitud es una buena opción, siempre y cuando sea ante una persona(s) o situación concreta y puntual.
Como actitud general jamás la aconsejaria, pues quien la mantiene es porque algo no marcha muy bien en su mente.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Gran post. No se puede esperar a leer los siguientes:)