martes, 19 de febrero de 2013

domingo, 17 de febrero de 2013

Un solo día




Pasan los días, pasan las semanas, pasan los años... y apenas percibimos la importancia que tienen los días. Ninguno es igual a otro, por mucha vida rutinaria que se lleve, todos estan cargados de momentos únicos e irrepetibles. Ojalá fueramos un poquito más conscientes de este detalle, seguro que viviriamos muchos momentos de otra manera.

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lunes, 11 de febrero de 2013

Actitud

 


Si nosotros no decidimos, la vida lo hace por nosotros. Una buena decisión es hacer que las cosas pasen y no solo esperar a que pasen.


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sábado, 9 de febrero de 2013

El arte de amar


Para la mayoríade la gente, como dice E. Fromm, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar... De ahí que para elllos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor.

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domingo, 27 de enero de 2013

¡ Sonríe !




El día más bello, hoy
La cosa más fácil, equivocarse
El obstáculo más grande, el miedo
El mayor error, abandonarse
La raíz de todos los males, el egoísmo
La distracción más bella, el trabajo
La peor derrota, el desaliento
Los mejores maestros, los niños
La primera necesidad, comunicarse
La mayor felicidad, ser útil a los demás
El misterio más grande, la muerte
El peor defecto, el mal humor
El ser más peligroso, el mentiroso
El sentimiento más ruin, el rencor
El regalo más bello, el perdón
Lo más imprescindible, el hogar
La ruta más rápida, el camino correcto
La sensación más grata, la paz interior
El arma más eficaz, la sonrisa
El mejor remedio, el optimismo
La mayor satisfacción, el deber cumplido
La fuerza más potente, la fe
Los seres más necesitados, los padres
Lo más hermoso de todo, el amor

Madre Teresa de Calcuta



miércoles, 2 de enero de 2013

Concluir capítulos



Os dejo aquí unas anotaciones de Paulo Coelho , que a buen seguro nos servirán, en mayor o menor medida,  para reflexionar sobre esos capítulos que no somos capaces de concluir definitivamente.


Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin. Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir.

Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos... no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron. ¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha terminado una relación? ¿Me he ido de casa de mis padres? ¿Me he ido a vivir a otro país? Esa amistad que tanto tiempo cultivé, ¿ha desaparecido sin más? Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.

Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver. No podemos ser empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello.

Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar. Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor.

Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte. Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las promesas de empleo que no tienen fecha de inicio, las decisiones siempre pospuestas en espera del "momento ideal".

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando puertas abiertas "por si acaso", nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Antes de comenzar un nuevo capítulo hay que terminar el anterior: repítete a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad.

Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante.Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo.

Deja de ser quien eras, y transfórmate en el que eres...Esa es la vida...


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domingo, 30 de diciembre de 2012

Con las ideas claras


La diferencia, lo que marca un cambio vital en nuestra existencia, es cuando conseguimos pasar de la reacción a la acción; cuando nos damos cuenta de que lo que sentimos depende, en gran medida, de lo que pensamos , no de lo que nos está pasando. Entonces asumimos que, de verdad, podemos controlar y "provocar" nuestras emociones, más allá de lo que nunca habíamos pensado. Podemos ser felices o infelices, colocando nuestro "cerebro a nuestro favor" o, por el contrario, poniéndolo en "nuestra contra"
La inutilidad del sufrimiento. Mª Jesús Álava

En no pocas ocasiones permitimos que una situación adversa marque el resto de nuestra vida, dejamos que nos bloquee y nos sumergimos  en un pensamiento único, dando vueltas una y otra vez a la misma idea, aceptando que nuestras emociones queden secuestradas por unos hechos que ya no tienen marcha atrás.

Y sin embargo, cuando somos capaces de controlar el pensamiento, de utilizar la mente a nuestro favor, descubrimos que lo importante en la vida no son los acontecimientos; lo importante es lo que pensamos.

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jueves, 20 de diciembre de 2012

El talante

 



Si nosotros no decidimos, la vida lo hace por nosotros; por eso hay que hacer que las cosas pasen y no solo esperar a que pasen. 

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martes, 18 de diciembre de 2012

Relaciones





Erich Fromm ya nos lo advirtió en su obra El arte de amar : "El ansia de relación es el deseo más poderoso de los seres humanos, la fuerza fundamental que aglutina a la especie. La solución definitiva del problema de la existencia es la unión entre personas, la fusión con otro ser, el amor"


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miércoles, 12 de diciembre de 2012

¡Plántale cara al miedo !




-¿Alguna vez tienes miedo? -preguntó.
-¿De qué? 
-De todo...
-¿De todo?
-Sí. 

-Solo se puede tener miedo de una cosa -afirmó Shirley-. Miedo por tus hijos. El resto es muy sencillo: con el dinero, el trabajo, los impuestos, el puenting... simplemente te dices "no tengo miedo" y saltas hacia delante.

Las ardillas de Central Park están tristes los lunes. Katherine Pancol


El miedo nos hace ser prudentes y por lo tanto nos protege, no en vano gracias a él hemos sobrevivido como especie. Pero cuando el miedo nos hace cautivos e interfiere en nuestras vidas, dañando incluso la salud física y/o mental, hay que plantarle cara hasta vencerlo.

Hoy en día vivimos tiempos convulsos en lo laboral y en lo económico y por tanto el miedo a perder el puesto de trabajo, a no llegar a fin de mes, a los cambios, a sufrir recortes, a perder poder, a la incertidumbre... nos angustia y paraliza

Y a veces, los peores son los miedos "de nuestra cabeza", aquellos que imaginamos y agrandamos hasta hacerlos dueños de nuestro pensamiento.

Al miedo solo se le vence concretando su existencia, sabiéndo qué forma tiene y cómo puede hacernos daño, delimitando y acotando su terreno, porque conociendo al enemigo, conocemos mejor por dónde atacarlo. Y la mejor herramienta que podemos utilizar es la motivación, aquella que nos empuja a seguir adelante a pesar de los riesgos.Como decía Nelson Mandela, al miedo hay que saber conquistarlo... y saltar hacia delante.


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