domingo, 13 de mayo de 2012

El fracaso no existe


Puede que te sorprenda oír esto, pero el fracaso no existe. El fracaso es simplemente la opinión que alguien tiene sobre cómo se deberían hacer ciertas cosas.
Wayne Dyer


 Los niños no entienden de fracasos, hasta que no se lo oyen a los mayores. Ellos solo entienden que sus dibujos, sus construcciones, los muñecos que han hecho con plastilina o el montón de arena ha quedado a su gusto o no les ha gustado y vuelven a empezar o lo olvidan y no pasa nada.
Conforme van haciendose mayores la palabra fracaso (no cumple las espectativas que sobre ellos tienen los adultos) se abre camino en sus vidas, hasta que se interioriza.

Y cuando uno cree no estar a la altura de aquello que se espera de el/ella, el fracaso irrumpe para cuestionarlo todo, para cuestionarse a si mismo y cesan los intentos de hacer cosas nuevas por  el miedo a equivocarse, por el miedo a no dar la talla. Un lastre demasiado pesado que limita todas nuestras actuaciones futuras.

El fracaso no existe cuando uno confia en sus posibilidades; asume que puede equivocarse, porque errar es algo innato a la condición humana; acepta que las cosas no tienen por qué conseguirse de forma inmediata; conoce y acepta sus limitaciones.

El éxito es importante, pero no es sinónimo de valía.

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