domingo, 28 de febrero de 2010

No es lo que parece




Me parece que lo que se plantea en el video es del todo cierto; aunque lo haga de una forma tan cómica. Tenemos tendencia a juzgar demasiado rápido a los demás: por su forma de hablar, por la forma de actuar, por su apariencia... sin darles tan siquiera el beneficio de la duda.

Dice el refrán que " el hábito no hace al monje" y sin embargo, la primera impresión es la que cuenta; de eso sabemos mucho quienes hemos tenido que hacer entrevistas de trabajo; en algunos casos llega a ser más importante incluso que el C.V. o la entrevista en si.

Se estima que en tres o cuatro minutos decidimos si una persona nos agrada o no, si queremos o no mantener una relación con ella; es decir, "etiquetamos" a la gente.

¿Cuántas veces nos habremos equivocado? ¿Cuántas se habran equivocado con la etiqueta que nos han puesto?
A veces un mal día, los nervios, un actitud que lleva a errores, un mal entendido, etc pueden jugar una mala pasada y ofrecer una imágen negativa, difícil de superar, si no nos ofrecen u ofrecemos otra oportunidad.

Deberiamos de otorgar a las personas un tiempo prudencial para poder conocerlas, para saber cómo son más allá de su apariencia, en lugar de juzgarlas precipitadamente.

martes, 23 de febrero de 2010

Distancias


He descubierto que existe una losa entre tu y yo.
No recuerdo cuándo empezó a levantarse
o tal vez sí ; creo que prefiero ignorarlo.
No se ve, solo cuando acerco mi mano la siento:
fría, dura, impenetrable.

A veces, solo a veces,
dejo mi mano posada sobre ella
con la esperanza de hallarte al otro lado,
anhelando que mi calor la haga más débil.
Me consta que tu también lo intentas;
en alguna ocasión he notado cierta tibieza.

Llegará el día de la certera lejanía
y quedará como mudo testigo de nuestra distancia,
como doloroso recuerdo de afectos perdidos,
como reproche a nuestra incapacidad.


Entonces, es posible que derramemos sobre ella nuestra impotencia,
que volvamos en busca del tibio aliento al otro lado,
aun sabiendo que solo hallaremos el frío vacío.

Entonces será tarde y hoy sigue levantada entre nosotros
fría, dura, impenetrable y, sobre todo, dolorosa.


Carmen.

.

lunes, 15 de febrero de 2010

EL ÉXITO COMIENZA CON LA VOLUNTAD




Si piensas que estás vencido, lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar
pero no puedes,
no lo lograrás.

Si piensas que perderás, ya has perdido,
porque en el mundo encontrarás
que el éxito comienza
con la voluntad del hombre.

Todo está en el estado mental.
Porque muchas carreras se han perdido
antes de haberse corrido,
y muchos cobardes han fracasado,
antes de haber su trabajo empezado.

Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedarás atrás.
Piensa que puedes y podrás.
Todo está en el estado mental.

Si piensas que estás aventajado, lo estás.
Tienes que pensar bien para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo,
antes de intentar ganar un premio.

La batalla de la vida no siempre la gana
el hombre más fuerte, o el más ligero,
porque tarde o temprano, el hombre que gana,
es aquél que cree poder hacerlo.

RUDYARD KIPLING
Premio Nobel de Literatura 1907
(1865-1936)




Puede que el secreto para conseguir el éxito sea tan solo, y nada más y nada menos, que una cuestión de actitud mental frente a la vida. Creer que se puede y desoir todo aquello , y a todos aquellos, que nos aparten de nuestro objetivo.

"Nadie ha fracasado mientras pueda empezar de nuevo. No hay fracaso posible en una lucha que tiene por objeto adquirir lo que con justicia deseamos en la vida".

"Cuando comprendas que tienes derecho de triunfar, triunfarás. Cuando comprenda que tienes el derecho de poseer, poseerás..." Adolfo Torres.

domingo, 14 de febrero de 2010

Dos palabras




Esta noche al oído me has dicho dos palabras
Comunes. Dos palabras cansadas
De ser dichas. Palabras
Que de viejas son nuevas.

Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
Filtrando entre las ramas
Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
Moverme para echarla.

Tan dulces dos palabras
—Que digo sin quererlo— ¡oh, qué bella, la vida!—
Tan dulces y tan mansas
Que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.

Tan dulces y tan bellas
Que nerviosos, mis dedos,
Se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
Cortar estrellas.


Alfonsina Storni.


Deseo que hoy salgan de vuestros labios esas dos palabras. Que hoy vuestros oidos reciban esas dos palabras comunes, que cansadas de ser dichas, de viejas suenan nuevas.

.

jueves, 11 de febrero de 2010

Compartir la vida


Dos hombres gravemente enfermos ocupaban la misma habitación de hospital. Ambos debian permanecer en la cama, pero uno de ellos tenía autorización para incorporarse durante una hora cada tarde, mientras su compañero de infortunio tenía que permanecer acostado.

Puesto que la cama del primer hombre estaba situada junto a la ventana, aprovechaba el tiempo en el que podía sentarse para mirar fuera y describir a su amigo todo lo que ocurría en el exterior.

La habitación daba a un parque con un magnífico lago. Los patos y los cisnes jugaban en el agua mientras los niños hacian navegar sus barcos de juguete. Los jóvenes enamorados caminaban del brazo. Todo era hermoso y bucólico. Durante una hora, el hombre sentado se lo describía todo a su compañero, con mucho detalle.

Aquel momento embellecia la jornada. Ambos hombres lo aprovechaban para contarse sus recuerdos, hablar de los hijos y de la familia... Mientras ambos olvidaban su enfermedad y aquello endulzaba un poco su desgracia.

Con el paso de las semanas, aquella cita de media tarde se convirtio en una especia de recompensa que alegraba su vida cotidiana.

Cuando llegaba la hora, la magia narrativa volvia a comenzar. El hombre describia las flores, los árboles, intentando adivinar su variedad, a los niños que jugaban con la arena, la vista de la ciudad a lo lejos. Escuchando aquelllos detalles, el otro cerraba los ojos de felicidad imaginando aquelllas hermosas y pintorescas escenas.

La vida transcurria así. Pero, cierta mañana, la enfermera entró en la habitación y descubrió que el hombre que estaba junto a la ventana había fallecido en su sueño.

Entristecida hizo que la ayudaran para trasladar el cuerpo ante los ojos de su vecino que lloró la desaparición de su amigo.

Cuando sintió que el momento era adecuado, solicitó si podian colocarle en la cama junto a la ventana. La enfermera se sintió feliz al complacerle y tras haberse asegurado de que estaba confortablemente instalado, le dejó solo.

Lentamente se incorporó sobre un codo para echar una primera ojeada al exterior. Tendría por fín la la alegría de ver por si mismo todo lo que su compñaro le había descrito tan bien ... ¡ Pero sólo vio una pared !

¿Por qué su desaparecido compañero le había descrito tantas maravillas si no habia nada? le preguntó a la enfermera.

"Sin duda para darle valor- respondió ésta sonriendo pues tal vez usted no lo supiera, pero era ciego"


La moraleja de esta historia es que a pesar de las propias preocupaciones produce una inmensa felicidad hacer gozar a los demás. Y es que la pena compartida divide por dos el dolor, en cambio la alegría compartida es doble.

.

domingo, 7 de febrero de 2010

Soledad

Ilustración: Kelly Vivanco

La soledad es bella, cuando se está en paz consigo mismo. Te ofrece la oportunidad de conocer a ese ser que ignoras dentro de ti, porque es un espejo que no miente. Y aunque a veces resulte ingrata, y hasta dolorosa, si la reconoces y la aceptas gustarás de su compañia; aunque has de evitar enamorarte de ella, porque corres el riesgo de que corte tus alas y te impida volar.


.

viernes, 5 de febrero de 2010

El pan del alma


Cuenta la leyenda que Prometeo, el titán creador de la humanidad, regaló secretamente a los mortales el fuego que había robado del Olimpo y los conocimientos que habia recibido de Atenea.
Al enterarse Zeus, el dios supremo, se enfureció de tal manera que lo encadenó a una columna y lo torturó salvajemente. A continuación, Zeus mandó a la bella Pandora a la Tierra con una bonita caja en la que antes había guardado todas las desgracias y calamidades humanas. Mas Zeus estaba tan ofuscado por la furia, que en un descuido también escondió en la caja la esperanza. Un día Pandora destapó la caja por curiosidad y de inmediato salieron de ella todos los males y atacaron a los mortales. Afortunadamente, cerró la caja antes de que escapara la esperanza, el único consuelo que le quedó a la humanidad
.


Todos nuestros proyectos de futuro, nuestras espectativas, ilusiones, planes, se alimentan de la esperanza; sobre todo en los momentos de adversidad y crisis.
A veces se trata de una esperanza "general"; pensamos que el género humano o nuestros gobernantes o la Naturaleza, nos proveerá y sacará de la adversidad; eso es lo que yo llamo " agarrarse a un clavo ardiendo"; aunque clavo al fin y al cabo.

La otra esperanza se basa en la fuerza de voluntad, en la confianza en el trabajo, en el esfuerzo particular por conseguir lo que anhelamos o por encontrar la salida más adecuada a los problemas. Por descontado, quien más tesón y empeño pone en su búsqueda, más posibilidades tiene de que se cumplan sus esperanzas.

Es cierto que no resulta nada sencillo mantener la confianza y no dejarse arrastrar por la adversidad, pero por arduo que pueda parecernos nunca deberiamos dejar de alimentar el alma y esta se alimenta, entre otras cosas, de esperanzas.


"La esperanza no es ni realidad ni quimera. Es como los caminos de la Tierra: sobre la Tierra no había caminos; han sido hechos por el gran número de transeúntes" Lu Xun

.