domingo, 16 de enero de 2011

Reflexiones de una tarde de domingo


¡Qué curioso!

La vida a veces nos arrastra a lugares y situaciones que jamás hubiéramos imaginado o proyectado.
No digo que sean escenarios buenos o malos, sino inesperados. Es como si en el gran teatro de la vida te dieran un papel para el que no estas o no crees estar preparado y con escaso tiempo para memorizar el guión. Sales a escena, recurres a todas tus herramientas e improvisas. Puede que hagas una magnífica escena y que se convierta, como por arte de magia, en el papel de tu vida o puede que salgas abochornado y hundido en el fracaso y lo peor, con miedo a la próxima escena.

También puede que encuentres buenos compañeros de reparto que te ayuden a sacar lo mejor de ti mismo o puede que encuentres a aquellos que te ponen la zancadilla para que ruedes por el escenario e incluso aquellos que, como tu, improvisan.

Y mientras estás sobre las tablas te vas modelando, acoplando a los demás o haciendo que se acoplen a tu ritmo, poniendo y quitándote atuendos y máscaras según convenga a la escena; riendo, llorando, observando, aprendiendo... y al final, ¿somos los protagonistas de nuestras vidas y los únicos responsables de ellas o llevamos a cabo el guión que nos ha tocado, aunque nuestras improvisaciones puedan darle un toque diferente?

A veces no sé que pensar.


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viernes, 7 de enero de 2011

Sin un propósito concreto


No hay propósitos para este año. No hay un antes y un después del 2011. No hay una meta concreta y todo un año por delante para conseguirla.

Reconozco que movida por ese torrente de buenas intenciones en los que nos surmerge "el espíritu navideño" he hecho balance anual y he sacado algunas conclusiones cuanto menos interesantes a cerca de mi vida y de los que me rodean. Diría yo que la balanza está equilibrada en general, algunas partidas salen deudoras y otras con beneficios, lo que hace que el computo general se mantenga.

No me apetece hacer una lista de buenos propósitos nacidos de la ilusión, pero que a lo largo del año cuesta llevar a cabo y crean presiones emocionales. Bastantes presiones hay ya, para crear otras voluntariamente.

Prefiero dejarme fluir por la vida, saboreando lo inesperado (si es que es para saborearlo) y resolviendo los problemas que vayan saliendo al paso.


El único ingrediente con que trataré de aliñar este año, es la disposición optimista. Trataré de ver el lado bueno (o menos malo) de cuanto acontezca, tanto en mi entorno, como en mi vida personal.


Porque como dijo CHARLES M. SCHULZ ( Charlie Brown)


"Mi vida no tiene propósito, ni dirección, ni finalidad, ni significado y a pesar de todo soy feliz. No lo puedo comprender. ¿Qué estaré haciendo bien?"

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