domingo, 24 de abril de 2011

Avanzar



Aparentemente, de vez en cuando los adultos se toman el tiempo de sentarse a contemplar el desastre de sus vidas. Entonces se lamentan sin comprender y, como moscas que chocan una y otra vez contra el mismo cristal, se inquietan, sufren, se consumen, se afligen y se interrogan sobre el engranaje que los ha conducido allí donde no querían ir.
 Del libro La elegancia del erizo de Muriel Barbery


A menudo tengo la impresión de que vivimos como autómatas, haciendo las mismas o parecidas cosas día tras día, rodeados del mismo entorno, acumulado una cantidad más o menos notoria de certezas, de hábitos, de costumbres y rutinas que nos hacen más llevadero el discurrir de nuestros días. Aislados en  una burbuja de seguridad,  dentro de un mundo de inseguridades.

Hasta que, con un poco de suerte, un día despertamos para darnos cuenta de que el mundo avanza, mientras nuestro mundo  permanece anclado en una monótona y rutinaria cotidianeidad . Y entonces cuestionamos nuestras certezas, nos paramos a escuchar esa voz interna que nos habiamos empeñado en acallar.

Y hasta puede que tengamos el valor de enfrentarnos a ese muro interno de la resistencia que nos impidió dar el paso
 
Cambiar es toparnos cara a cara con todo lo que no nos gusta de nuestra vida, es asumir decisiones no siempre cómodas , es codearse con el miedo a lo desconocido y supone la inevitable ruptura de nuestra burbuja de seguridad para poder enfrentarnos a lo nuevo.


¿Nos atreveremos a ser libres?


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domingo, 17 de abril de 2011

Cuando la vida se complica


Desde nuestra más tierna infancia hemos aprendido muchas conductas de huida y evitación, profundamente arraigadas en nosotros, y, muchas veces, cuando nos sentimos mal, lo primero que se nos ocurre son soluciones irracionales, llenas de subjetividad y plagadas de errores
(M.Jesús Álava "La inutilidad del sufrimiento)


El ritmo de vida actual parece llevarnos continuamente al límite de nuestras fuerzas. No son pocas las contrariedades e imprevistos a los que tenemos que hacer frente al cabo del día. En esos momentos difíciles en los que parece que todo se nos viene encima, en los que vivimos el problema como una auténtica tragedia,  somos incapaces de pensar con objetividad, de racionalizar lo que nos ha sucedido y no es infrecuente que nos dejemos  arrastrar por respuestas impulsivas e irracionales e incluso que busquemos algún chivo expiatorio hacia el que descargar nuestra agresividad y frustración.

En esas situaciones lo mejor que podemos hacer es no desesperarnos y tratar de tomar cierta distancia de los problemas, para verlos desde otra perspectiva y por supuesto, no tomar decisiones precipitadas. 

No nos vamos a engañar, no resulta  fácil recuperar el equilibrio en situaciones difíciles, pero si caemos en el error de pensar que "lo nuestro no tiene solución" corremos el riesgo de dejarnos llevar por  la desesperanza y cerrar la puerta a la búsqueda de posibles soluciones .

Controlar nuestros pensamientos en esas circunstancias o acontecimientos, conseguir que el gesto hosco se transforme en una mueca de sonrisa y pensar que "lo nuestro" tiene solución, serán los mejores baluartes en esta dura pero asequible batalla.


Esta está siendo mi particular semana "horribilis", los imprevistos y las circunstancias adversas se van sumando y estoy tratando de "no sufrir inútilmente" o lo menos posible, imponiendo la calma, el sentido común y un estado de ánimo esperanzado. La sonrisa aún no, pero todo se andará.


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sábado, 9 de abril de 2011

Mañana seré feliz


A pesar de haber creado todo tipo de aparatos para ahorrar esfuerzo y tiempo, empezamos a tener la sensación de que disponemos de menos tiempo para nosotros que cualquier otro humano en la historia   Jeremy Rifkin (presidente de la Fundación de tendencias económicas de Whasington)

En cincuenta años hemos multiplicado varias veces nuestra capacidad adquisitiva y, sin embargo, nuestros índices de felicidad permanecen igual y, lo que es peor, las depresiones se han multiplicado por diez en los paises desarrollados. Nuestra felicidad está en la sala de urgencias: dos de los medicamentos más vendidos en el mundo son los antiulcerosos y los antidepresivos. Es decir, estrés y tristeza. En este top ten de los fármacos, los líderes de ventas son los reductores de colesterol producido por la alimentación excesiva e inadecuada. En un mundo donde parte de la población pasa hambre, otra parte ha de medicarse por exceso de grasas. Y los miedos nos hacen más propensos a las enfermedades y a "dejar pasar la vida" en vez de involucrarnos en ella.

 Elisabeth Kubler-Ross, medico que trabajó con enfermos terminales durante casi cuarenta años, escribió que las personas nos lamentamos de dos cosas antes de morir: de no habernos reconciliado con alguien, un familiar generalmente, y de no habernos atrevido a hacer más cosas.

Fuente: "No miedo" Pilar Jericó

domingo, 3 de abril de 2011

La relatividad de la vida


Cuando una pareja de enamorados se sientan juntos en el césped durante una hora les parece un minuto. Pero que se sienten en un horno caliente durante un minuto... les parecerá más de una hora. Esto es la relatividad.  
Albert Einstein, cita en su obituario, The New York Times (19 de Abril de 1955)

Y es que todo en la vida es relativo o, como diría el asturiano Ramón de Campoamor, "todo depende  del  color del cristal con que se mira"

Podemos estar delante de los mismos hechos y acontecimientos, pero cada uno de nosotros los enfocaremos, percibiremos y catalogaremos según las emociones que nos provocan  y según nuestras experiencias personales previas.

  Por más que se empeñen algun@s dogmáticos, nada en la vida es absoluto o exacto, más bien todo es cambiante y relativo. Si tuvieramos claro este concepto, nos comprenderiamos mucho mejor y no se cometerian tantas atrocidades por la defensa de unos ideales, de unos símbolos, de una religión ...


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