La diferencia, lo que marca un cambio vital en nuestra existencia, es cuando conseguimos pasar de la reacción a la acción; cuando nos damos cuenta de que lo que sentimos depende, en gran medida, de lo que pensamos , no de lo que nos está pasando. Entonces asumimos que, de verdad, podemos controlar y "provocar" nuestras emociones, más allá de lo que nunca habíamos pensado. Podemos ser felices o infelices, colocando nuestro "cerebro a nuestro favor" o, por el contrario, poniéndolo en "nuestra contra"
La inutilidad del sufrimiento. Mª Jesús Álava
En no pocas ocasiones permitimos que una situación adversa marque el resto de nuestra vida, dejamos que nos bloquee y nos sumergimos en un pensamiento único, dando vueltas una y otra vez a la misma idea, aceptando que nuestras emociones queden secuestradas por unos hechos que ya no tienen marcha atrás.
Y sin embargo, cuando somos capaces de controlar el pensamiento, de utilizar la mente a nuestro favor, descubrimos que lo importante en la vida no son los acontecimientos; lo importante es lo que pensamos.
.