domingo, 28 de diciembre de 2008

El placer de las pequeñas cosas


Durante la primera parte de su vida, el filósofo Nietzsche se dedicó a divulgar su convencimiento de que no existe lugar para la felicidad en esta vida ("ilusiones del individuo") sino sólo para "huir de los innumerables males de que está sembrada".

¿Qué pasó para que cambiara de idea? Se dice que fue durante su estancia en una casa de campo de Sorrento, en la bahía de Nápoles: "Y mientras nadaba en el Mediterráneo, comía alimentos cocinados con aceite de oliva en lugar de mantequilla, respiraba aire cálido y leía a Montaigne y a Stendhal, Nietzsche fue modificando gradualmente su filosofía del dolor y el placer" explica Alain de Botton.

Nietzsche lo dijo con sus propias palabras: "Estas cosas pequeñas (alimentación, lugar, clima, recreación) son inconcebiblemente más importantes que todo lo que hasta ahora se ha considerado importante"

jueves, 25 de diciembre de 2008

Frases


"La razón es muro clavado en tierra, el sentimiento es vela ondeando al viento. La razón nos aterriza porque nos sujeta las neuronas; el sentimiento nos eleva porque nos libera el alma" Ángela Becerra.

sábado, 20 de diciembre de 2008

El limbo de las palabras.


Muchas son las veces que nos lamentamos por lo que hemos dicho o hecho, pero otras también por lo que dejamos de hacer o por lo que callamos. Son esas palabras y sentimientos que quedan suspendidos en el "limbo".

Callamos porque damos por supuesto que las personas que queremos ya lo saben y no nos molestamos en expresarselo. Otras preferimos anclarnos en un silencio acusador, y es el tiempo quien se encarga de crear un poso amargo que enturbia los sentimientos.
A veces callamos porque nos instalamos en un confortable e insolidario individualismo que nos impide dar el paso y buscar el encuentro, el diálogo, sin pensar que aquello que deja de cuidarse termina por marchitarse.

Rescatemos las palabras de ese limbo y devolvamosle el brillo y la mágia que tienen, expresemos lo no expresado, aclaremos lo que nos amarga, recuperemos los momentos de amistad... porque quizás mañana sea tarde para hacerlo.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Soledad


La soledad, con frecuencia, no proviene de la ausencia de compañía, sino de la ausencia de uno mismo.
Hay personas que interpretan la soledad como algo negativo, como aislamiento,como algo muy doloroso y que serán incapaces de soportar , de allí el establecimiento de relaciones dependientes e insanas.

La soledad es una situación que hemos de aspirar a convertir en transitoria y que conviene percibir como no forzosamente traumática. Podemos transformarla en momentos de reflexión,percibirla como una oportunidad de conocernos a fondo y de encontrarnos sinceramente con nuestra propia identidad. Hay un tiempo para comunicarnos con los demás y otro (que necesita de la soledad) para establecer contacto con lo más profundo de nosotros mismos. Hemos de "hablar" con nuestros miedos, no podemos ignorarlos ni quedarnos bloqueados por ellos. Es conveniente que, en ocasiones, optemos por la soledad.

Quien ha mirado de frente a la soledad, se ha reconciliado con ella y ha aprendido a disfrutarla tendrá más capacidad de amar y de recibir.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Conocernos mejor


El árbol

Había una vez, en un lugar y en un tiempo que podría ser cualquiera, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto un árbol, que estaba profundamente triste. El pobre tenía un problema: no sabía quién era.

El manzano le decía: "Lo que te falta es concentración, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas, es muy fácil". El rosal le decía: "No le escuches. Es más sencillo tener rosas, y son más bonitas". El pobre árbol, desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, pero como no lograba ser como los demás se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: "No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior." Y dicho esto, el búho desapareció.

¿Mi voz interior? ¿Ser yo mismo? ¿Conocerme? Se preguntaba el árbol desesperado. Entonces, de pronto, comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: "Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una misión, cúmplela. Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Frases

"Alguna vez en tu vida saldrás de viaje. Será el viaje más largo y más importante que haras. Será el viaje para encontrarte a ti mismo"
S.Sheppard.

Frases

"Nuestras vidas comienzan a finalizar el día que enmudecemos sobre las cosas que importan"

Martin Luther King Jr.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Acuarela de palabras


Mujeres
Santiago Gamboa *


Es el único tema en el que soy radical e intolerante. En el que no escucho razones: las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto.

Hoy tienen treinta y pico, cuarenta, y son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas, y sobre todo endiabladamente seductoras, a pesar de sus incipientes patas de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitonea sus muslos y las hace tan humanas, tan reales. Hermosamente reales.

Casi todas, hoy, están casadas o divorciadas, o divorciadas y vueltas a casar, con la idea de no equivocarse en el segundo intento, que a veces es un modo de acercarse al tercero, y al cuarto intento. Qué importa. Otras, aunque pocas, mantienen una pertinaz soltería y la protegen como una ciudad sitiada que, de cualquier modo, cada tanto abre sus puertas a algún visitante. ¡Qué bellas son, por Dios, las mujeres de mi generación!

Nacidas bajo la era de Acuario, con el influjo de la música de los Beatles, de Bob Dylan, de Lou Reed, el mejor cine de Kubrick y el inicio del boom latinoamericano, son seres excepcionales. Herederas de la “revolución sexual” de la década del 60 y de las corrientes feministas que, sin embargo, recibieron pasadas por varios filtros, ellas supieron combinar libertad con coquetería, emancipación con pasión, reivindicación con seducción. Jamás vieron en el hombre a un enemigo, a pesar de que le cantaron unas cuantas verdades, pues emanciparse era algo más que poner al hombre a trapear el baño o a cambiar el rollo de papel higiénico. Decidieron pactar para vivir en pareja, esa forma de convivencia que tanto se critica pero que, con el tiempo, resulta ser la única posible, o la mejor al menos en este mundo y en esta vida.

Son maravillosas y tienen estilo, aun cuando nos hacen sufrir, cuando nos engañan o nos dejan. Usaron faldas hindúes a los 18 años, se adornaron con collares precolombinos, se cubrieron con suéteres de lana y perdieron su parecido con María, la virgen, en una noche loca de viernes o de sábado después de bailar “El ratón”, de Cheo Feliciano, en La Teja Corrida o en Quiebracanto, con algún amigo que les habló de Kafka, de Gurdjieff y del cine de Bergman.

Al fondo de sus mochilas arahuacas había paquetes de Pielroja, libros de Simone de Beauvoir y casetes de Víctor Jara. Y al dejarnos, cuando no les quedaba más remedio que dejarnos, nos dedicaban esa canción de Héctor Lavoe que es a la vez un clásico del periodismo y del despecho, y que se llama “Tu amor es un periódico de ayer”. Se vistieron de luto por la muerte de Julio Cortázar, hablaron con pasión de política y quisieron cambiar el mundo; bebieron ron cubano y aprendieron de memoria las canciones de Silvio y de Pablo; conocieron los sitios arqueológicos de San Agustín y Tierradentro (en esa época se podía ir sin temor a la guerrilla, qué nostalgia), fueron con sus novios a las playas del parque Tayrona, durmiendo en carpa y dejándose picar por los mosquitos, porque adoraban la libertad, algo que hoy le inculcan a sus hijos, lo que nos hace prever tiempos mejores y, sobre todo, juraron amarnos para toda la vida, algo que sin duda hicieron y que hoy siguen haciendo en su hermosa y seductora madurez.

Supieron ser, a pesar de su belleza, reinas bien educadas, poco caprichosas o egoístas. Diosas con sangre humana. El tipo de mujer que, cuando uno le abre la puerta del carro para que suba, entra y se inclina sobre la silla del conductor y le abre a uno desde adentro. La que recibe a las cuatro de la mañana a un amigo que sufre, aunque sea su ex novio, porque son maravillosas y tienen estilo, aun cuando nos hacen sufrir, cuando nos engañan o nos dejan, pues su sangre no es tan helada como para no escucharnos en esa necesaria y salvadora última noche en la que están dispuestas a servirnos el octavo whisky y a poner por sexta vez esa melodía de Santana.

Por eso, para los que nacimos en la década de los 40,50 y 60, el día de la mujer es en realidad todos los días del año, cada uno de los días con sus noches y sus amaneceres, que son más bellos, como dice el bolero, cuando estás tú. ¡Qué bellas son, por Dios, las mujeres de mi generación!


Agradezco a Santiago Gamboa este reconocimiento público a las mujeres de mi generación; es un baño de autoestima para esos momentos en que equivocadamente crees que ya has pasado la etapa de la juventud y has dejado de interesar a los demás.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Frases


"No valoramos lo que tenemos, sino lo que no tenemos aún o lo que hemos perdido" J.A.Marina.

Compañeros de vida


El amor sano y constructivo no acepta ni exige una absorción por el otro, sino que espera compartir experiencias que amplíen las posibilidades de desarrollo personal.

No sobreidealiza ni acepta incondicionalmente, sino que pretende una relación de mutua ayuda y ajuste.

No provoca dolor ni incertidumbre, sino una intensificación de la alegría de vivir.

No es accidental ni incontrolable, sino construíble y mejorable.

Cuando realmente se ama, el otro no es imprescindible aunque sí muy importante; se puede existir sin él pero se prefiere hacerlo junto a él. En verdad, sólo se puede vivir en pareja cuando se es capaz de vivir solo.

Diez minutos para querernos.


En el devenir cotidiano apenas si encontramos tiempo para el descanso y cuando por fín nos llega, con cierta frecuencia disponemos de ese tiempo libre para satisfacer a los demás o cumplir con guiones sociales, aparcando de ese modo nuestros propios deseos y necesidades.

Nos ignoramos, dejamos de lado nuestras apetencias y gustos, encaminandonos a un espacio donde nuestras aspiraciones no caben, pues hemos adquirido el hábido de restarles importancia , dejando así de procurarnoslas.

Hasta que llega el momento (¡siempre acaba por llegar!) en que reclamamos esa atención, más como una exigencia que como una petición, pues aunque hemos sido nosotros mismos quienes nos hemos postergado a un segundo plano , sentimos a los demás como nuestros deudores.

Olvidamos reservarnos una parcela; un espacio para centrarnos en uno mismo durante un tiempo, aunque sea breve. Regalarnos un respiro al dia para encontrar el equilibrio psíquico, para reencontrarnos con nosotros mismos y conocernos un poco mejor.

Diez minutos :

Para aislarnos de nuestros problemas y preocupaciones.
Para relajarnos de las obligaciones.
Para tener constancia de que también nosotros somos importantes.
Para conectar con nuestro cuerpo y nuestra mente.
Para conocernos mejor.
Para sentirnos.
Para abandonarnos a la nada.
Para querernos.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Recuerdos de ayer


Como cada día, hoy también he pasado por delante de tu puerta. Trayecto inevitable que el destino ha vuelto a poner en mi vida.

Los recuerdos, las preguntas, las acusaciones se agolpan en mi mente como caballos desbocados; osando señalar con dedo acusador.

Nostalgias de otros tiempos, de otras compañias, de otras situaciones que el tiempo se ha encargado de magnificar y dar una pátina dorada, que quizás no tuvieron.

Recuerdos alegres de carcajadas sin fin, de despreocupaciones , de exprimidos instantes , de proyectos futuros... se mezclan en un continuo con presentes cansinos e ilusiones marchitas.

Cada mañana, delante de tu puerta un suspiro se escapa por alguna grieta del alma, una irónica sonrisa se dibuja en el rostro y una mano se empeña en parar un corazón.

Lo viví, te viví y casi siempre fui feliz entre tus puertas. Con eso me quedo.

Hasta mañana.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Los hijos


Hay un periodo en que los padres quedamos huerfanos de nuestros hijos.Ocurre cuando ellos crecen independientes de nosotros, como árboles murmurantes y pajaros imprudentes. Crecen sin pedir permiso a la vida, con una estridencia alegre y a veces, con alardeada arrogancia.
Pero NO crecen todos los días...crecen de repente.

Un día, se sientan junto a tí y con increíble naturalidad, te dicen cualquier cosa que te indica que aquella criatura, hasta ayer estaba en pañales y andaba con pasitos temblorosos e inseguros, creció.

¿Cuándo creció que no lo percibiste?...
¿Dónde quedaron las fiestas escolares, los juegos en la arena, los cumpleaños infantiles,las reuniones de los domingos todos juntos en la cama...?
Crecieron en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.

Y aquí estamos nosotros, con el pelo cano...
Y son nuestros hijos; a los que amamos a pesar de los golpes de los vientos, de las noches en vela, de las malas noticias y la dictadura de las horas.
Ellos crecieron observando y aprendiendo de nuestros errores y nuestros aciertos; principalmente de los errores que esperamos no repitan...

Hay un período en que los padres vamos quedando huérfanos de hijos.
Ya no los buscamos en las puertas de los colegios y los cines.
Pasó el tiempo del fútbol,de la gimnasia rítmica, del atletismo, del voleybol...
Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas.

Tal vez, debimos haber acudido más junto a su cama, por la noche, para oír a su alma respirando conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia; y cuando fueron adolescentes, a los cubrecamas de aquellas habitaciones cubiertas de fotografias, posters, agendas coloridas y discos ensordecedores.

Pero, crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto.
Al principio nos acompañaban al campo, a la playa, a piscinas y reuniones de conocidos.
Y había peleas en el coche por la ventana, por las chuches o por la música de moda.

Después llegó el tiempo en que viajar con los padres se transformó en esfuerzo y sufrimiento: no podían dejar a sus amigos y a sus primeros amores.

Y quedamos los padres exiliados de los hijos. Obtuvimos la soledad que siempre habíamos deseado...

Y nos llegó el momento en que sólo los miramos de lejos, casi siempre en silencio, y esperamos que elijan bien en la búsqueda de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible.

Las personas sólo aprendemos a ser hijos, después de ser padres y seguramente aprenderemos a ser padres, después de ser abuelos...

(Adaptación libre e interesada de pps)

¡ Os quiero con toda mi alma !

miércoles, 3 de diciembre de 2008

A mis amig@s




"Hay gente que con solo decir una palabra

enciende la ilusión y los rosales;
que con sólo sonreír entre los ojos

nos invita a recorrer toda la magia.

Hay gente que con sólo dar la mano

rompe la soledad, pone la mesa,

sirve el puchero, coloca las guirnaldas;

que con sólo empuñar una guitarra

hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con sólo abrir la boca

llega hasta todos los límites del alma,

alimenta una flor, inventa sueños,

hace cantar el vino en las tinajas

y se queda después como si nada.

Y uno se va de novio con la vida

desterrando una muerte solitaria

pues sabe que a la vuelta de la esquina

hay gente que es así, tan necesaria"

H.Lima Quintana.
Dedicado a tod@s mis amig@s
.

martes, 2 de diciembre de 2008

Carpe Diem


En gran parte, la medida de nuestra paz mental está determinada por nuestra capacidad de vivir el momento presente. Prescindiendo de lo que haya sucedido ayer o el año pasado, y de lo que pueda o no pasar mañana, ahora es el presente.

El ahora es lo único que tenemos, y el único tiempo sobre el que tenemos algún control.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Tener ubuntu


"Una persona con ubuntu es abierta y está disponible para los demás, afirma de los demás, no se siente amenazado cuando otros son capaces y está bien, porque es seguro de sí mismo ya que sabe que pertenece a una gran totalidad, que se disminuye cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son torturados u oprimidos"

Desmond Tutu

sábado, 29 de noviembre de 2008

Dibujos del alma


He descubierto en los mandalas una fuente para la evasión y la relajación.


Los mandalas son unos dibujos con formas concentricas utilizados desde tiempos ancestrales para conseguir armonía personal.


El mandala o las representaciones cíclicas en círculo es algo que podemos ver por todas partes, tanto en la naturaleza como en el arte de diferentes países y culturas. Los mandalas de arena construidos por los monjes tibetanos, los de los indios navajos o las ruedas solares paleolíticas son un ejemplo de ellos. Representan patrones que encontramos en biología, geología, química, física y astronomía. De hecho, cada célula que compone a los seres vivos es un círculo con un núcleo, y cada átomo que compone el universo es también un mandala. No es extraño, por tanto, que estos dibujos circulares y cíclicos ejerzan tanta fascinación en el ser humano.

Son originarios de la India, pero se han encontrado en otras culturas , como la Inca, la de los navajos o en la cultura de los aborigenes australianos, por citar algunas.


Tienen aplicaciones terapeuticas ya que ayudan a equilibrar los dos hemisferios cerebrales: el racional y el creativo.

En Occidente fue Carl G. Jung el primero en utilizarlos como terapia.

Los aficionados a los mandalas, hemos podido observar que los dibujos y colores utilizados varian según el estado de ánimo, lo que nos sirve para el autoconocimiento.

Aceptarnos



No somos nuestro súper yo


La distancia que hay entre lo que uno cree que es y lo que realmente es representa el enfrentamiento entre el verdadero yo y el súper yo. Este desencuentro es la evidencia de que no hemos aprobado la principal asignatura en la vida: el conocimiento de uno mismo y de sus potencialidades reales. Sólo con el paso de los años, a medida que se va consiguiendo una cierta madurez, y con la resignación propia de quien ve que no ha llegado ni llegará a alcanzar los ideales pretendidos, se va adquiriendo la convicción personal de que uno es "normalito", sin más. Lo importante es que esa constatación no sea una decepción, sino una autoaceptación.
La aceptación de la propia persona asegura la serenidad, propia de las personas maduras. La de aquellas que logran con elegancia y sin preocupación afirmar: "esto es lo que hay", "me acepto con lo que soy y con lo que tengo y quien me quiera que me reciba tal cual".