miércoles, 27 de mayo de 2009

Cuando hay que decir NO


Algunas veces te encuentras ante situaciones en las que piensas y sientes que deberias dar una respuesta negativa ante una propuesta o situación, pero "intuyes" que esa respuesta no va a gustar demasiado a la otra parte.

En esos casos la persona se debate entre ser congruente consigo misma y ser capaz de defender sus derechos,pensamientos y/o sentimientos o adoptar una actitud pasiva y quedarse con todo el conflicto en su interior, y por supuesto con la ansiedad que esa actitud genera, dejandose llevar por el pensamiento de que se estan aprovechando de ella.

Se trata, en definitiva, de ser o no asertivos.

¿Qué es la asertividad?

Se define como la capacidad de una persona para transmitir a otra sus deseos, opiniones, creencias o sentimientos de manera eficaz y sin sentirse incómodo

Una persona ASERTIVA es aquella que es capaz de manifestarse como es, dice lo que piensa, sin provocar en el otro conductas agresivas, de rechazo o huida y, además, sin guardarse en su fuero interno ningún sentimiento de lucha, agresión, rechazo o huida.

Definimos conducta ASERTIVA como la capacidad de poder decir cualquier cosa a cualquier persona desde el respeto,sin molestar, herir, ni ofender y por supuesto, sin quedarnos nosotros incómodos.

Tengo derecho a decir "No"
Tengo derecho a no entender algo.
Tengo derecho a cometer errores.
Tengo derecho a expresar mis opiniones y a que se me escuche.
Tengo derecho a satisfacer mis necesidades.
Tengo derecho a contribuir.
Tengo derecho a la dignidad.
Tengo derecho a tomar mis propias decisiones.
Tengo derecho a ser tratado con consideración.

Por supuesto, partiendo del hecho de que "Los demás tienen derecho a..."

La asertividad está unida a la autoestima: a mayor asertividad mayor autoestima. Cuando uno siente que es capaz de defender sus derechos, de resolver conflictos y de tomar sus propias decisiones , sin dejar que sean los demás los que decidan , la imagen que tiene de si mismo y la confianza mejoran mucho.

La persona asertiva tiene metas claras. Sabe a dónde va y aquello que quiere conseguir y lo expresa de un modo claro, directo y sin ofender a su interlocutor.

Independientemente de que se consiga o no producir un cambio en la otra persona, sabremos que hemos actuado adecuadamente, en lugar de someternos pasivamente a las demandas del otro.


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domingo, 24 de mayo de 2009

Lucha interior


“El viejo cacique de la tribu, que estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida, les dijo:

- Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí, una pelea entre dos lobos. Uno de los lobos es maldad, temor, ira, celos, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, mentira, orgullo, egolatría, competitividad y superioridad. El otro es bondad, valor, alegría, paz, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, ternura, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión y amor. Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres humanos de la Tierra.

Los niños quedaron en silencio por un minuto y después uno de ellos preguntó a su abuelo:

- ¿Y cuál de los dos lobos crees que ganará?

El viejo cacique respondió simplemente:

- Ganará el lobo al que yo alimente.”


¿Cuidamos nuestras emociones?

La experimentación científica ha puesto de manifiesto que “a lo largo de la vida resultan esenciales una mayor autoestima, una mejor capacidad para gestionar las emociones perturbadoras, una mayor sensibilidad frente a las emociones de los demás y una mejor habilidad interpersonal; pero los cimientos de todas estas aptitudes se construyen en la infancia”. Son palabras de Daniel Goleman y Linda Lantieri, expertos en lo que ahora denominamos educación social y emocional.

Y a pesar de su importancia, descuidamos la educación emocional y no les enseñamos a los niños a:

Saber lo que les pasa por dentro. Comprender cómo la inseguridad y el miedo influyen en su comportamiento. Desarrollar un vocabulario emocional sólido con el que puedan comunicarse con el resto.

Identificar los sentimientos de los demás para aprender a ponerse en su lugar.

Aprender a gestionar las emociones básicas y universales. Son el único activo con el que se viene al mundo.

Diseñar, ejecutar y evaluar soluciones responsables a los problemas, y no adoptar posicionamientos dogmáticos

Resolver conflictos para mantener relaciones sosegadas con los demás. Rechazar aquellas decisiones que impliquen violencia o agresión.

Distintas pruebas científicas demuestran que los niños educados con prácticas afines a estos criterios son más felices, confían más en sí mismos y son más competentes social y emocionalmente.

¿Cuántos de nuestros problemas actuales no tienen su origen en esa falta de aprendizaje de las emociones o en su mal aprendizaje ?

Tal vez, es la asignatura pendiente más importante y a la que menos importancia se da.

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jueves, 21 de mayo de 2009

¿Debo o quiero ?


"En la vida, en ocasiones, hay que decidir entre lo que debes hacer y lo que quieres hacer. Haz lo que debes y harás feliz a los demás, haz lo que quieres y te harás feliz a ti mismo".


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lunes, 18 de mayo de 2009

Una buena razón para besar


Ayudan a aliviar los estados depresivos, estimulan la liberación de las hormonas del bienestar, y benefician la salud física y psicológica. No es un nuevo fármaco o tónico prodigioso, sino uno de los remedios naturales más placenteros y más al alcance de la mano, ¡o mejor dicho de la boca! Porque además de una muestra de amor o afecto los besos son terapéuticos.

La organización británica Relate con sede en Londres, provee asesoría psicológica en relaciones de pareja y terapia sexual; ellos aseguran que existe una amplia documentación científica donde se demuestran los muchos beneficios de besar a otra persona.

Tal información indica que cuando se besa a la otra persona, se estimula una parte del cerebro, la cual libera oxitocina en el torrente sanguineo, lo que da como resultado un sensación de placer.

La oxitocina es una hormona que interviene además en algunas funciones básicas tales como el enamoramiento, orgasmo, parto y amamantamiento, de igual manera esta relacionada con la afectividad, ternura y el acto de tocar.

Por su parte los besos apasionados provocan la liberación de adrenalina en la sangre, obteniendo un aumento en el ritmo cardíaco, la tensión arterial y el nivel de glucosa en la sangre.

El beso también estimula la liberación de endorfinas, unos opiáceos naturales del organismo, que provocan una sensación placentera, actuando como antídoto para la depresión.

La organización Relate enfatiza que los besos que aportan más beneficios para la salud y para combatir las tristezas no son en los que sólo se juntan los labios, sin que intervenga mucha pasión o emoción.

Mientras "más excitantes" y apasionados sean los besos, "más adrenalina es liberada en la sangre", y mayores son los beneficios para la salud, asegura la organización británica.

La sexóloga británica Denise Knowles quien trabaja como asesora de terapia sexual en Relate, es una ferviente partidaria de que las parejas se besen, pero de tal manera que el otro logre sentir lo mismo que uno y no sólo como un reflejo vacio que no envuelva emociones.

Ella declara que "Es fácil que las parejas se olviden de besarse, pero es una manera muy efectiva de compartir intimidad", dice también que "Se pone mucho énfasis en tener muy buenas relaciones sexuales y muchos se olvidan de que un simple beso es una fácil manera de mantener el contacto".

Knowles habla acerca de que la gente se preocupa más por pagar sus deudas financieras y se olvidan o le restan importancia a las deudas emocionales que se tienen pendientes, por lo tanto ella recomienda que comiencen también a pagarse y que mejor que con un beso.

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viernes, 15 de mayo de 2009

Beso a beso


Un beso es el acto de tocar algo con los labios, generalmente a otra persona.

Aparece como una instintiva forma de demostrar afecto y se da por primera vez de la madre hacia su hijo.

Numerosas interpretaciones buscan el origen del beso en el impulso de succión del bebé, las tendencias canibalísticas (el mordisco amoroso), o la costumbre de tribus primitivas de olfatearse y olerse.

Se habla también de que su origen se remota hasta el hombre del Cromagnon, cuando la mujer del Cromagnon alimentaban a sus crías másticando la comida hasta hacerla puré que luego pasaba de su boca a la de su pequeño.

Asi como se mencionan varias versiones en cuanto al origen del beso, son también varios sus significados a lo largo de la historia. Se describe el beso de codicia y traición en la biblia, el primero se refiera a cuando Jacob besa a Isaac, su padre y le hace creer que es Esaú, el primogénito; con la intención de quedarse con la bendidón de su padre y con la jefatura de la familia. El otro se refiere al que le da Judas a Cristo en la mejilla, con éste entrega al Hijo del Hombre y se condena para siempre.

El Kamasutra por su parte describe tres clases de besos: el nominal, en el que los labios apenas se tocan; el palpitante en el que se mueve el labio inferior, pero no el superior; y el beso de tocamiento, en el que participan labios y lengua.

Otros datos históricos acerca del beso, especifican que fue hasta el siglo VI cuando éste ya no solo era una muestra de afecto entre madre e hijo sino también entre los adultos, que luego se extendió por Europa y casi todo el mundo.

Como muestra de afecto paso a ser también una expresión de amor hacia la otra persona. Sin embargo y durante la Revolución Industrial, quedo prohibido. La gente ya no podía besarse en público.

Posteriormente y ante tal prohibición, allá por los años 60, la gente se reveló y para demostrarlo hacia lo que no se podia: besarse en público.

Por otro lado la gente solía besar la mano de aquella persona con un nivel social más alto, o el de mayor jerarquia en la familia como los padres, abuelos o bisabuelos o bien quien tuviera un cargo importante en determinado ámbito como el Papa , los cardenales, los obispos, etc; ese beso era muestra de respeto más que de afecto; en cambio se besaban en la mejilla dos personas de iguales condiciones como muestra cercanía.

A las damas por su parte y para no faltarles al respeto también se les besaba en la mano, en vez de la mejilla.

En otras culturas como la Celta, se decía que el beso tenía poderes curativos, mientras que en la Edad Media, el caballero que besaba a una dama estaba obligado a casarse con ella.

Aunque todavía en algunas sociedades el beso aun no es aceptado, en otras partes del mundo sigue vigente. Ya sea para demostrar afecto, cariño, ternura o amor. un beso será siempre bienvenido; siempre y cuando se de con respeto y discreción.


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domingo, 10 de mayo de 2009

¿Cambiar o morir lentamente?


Los cambios en la vida son , por regla general, necesarios para evolucionar, sin embargo uno de los mayores temores del ser humano procede de esa necesidad de cambio.
El cambio trae consigo la posibilidad del fracaso, el rechazo, la decepción y el dolor, a la vez que la posibilidad de que a pesar de obtener lo que se quiere, no se resuelvan los problemas después de todo.

Para superarlo, y asumirlo, hay que entender el cambio como algo natural, como también lo son la incertidumbre y el miedo que trae parejos, porque implican el paso de un estado conocido a otro desconocido, de unos hábitos a otros.

A veces sentimos la necesidad interna de que algo en nuestra vida tiene que transformarse, para ello es necesario que nos tomemos el tiempo necesario para obsevarnos, para escucharnos, para reconocer aquello que no nos gusta y que deseariamos cambiar.

Uno de los factores más importantes para poder asumir la transformación es la sinceridad con uno mismo. Tiene que llegar un momento en que dejemos de lado la tendencia a autoengañarnos para no complicarnos la vida.


Para poder cambiar nuestra situación tenemos que transformar nuestra conducta. Podemos imaginar que se vacía la mochila con la que cargamos en el caminar de la vida, se quita aquello que pesa pero que no es necesario, y así se puede seguir caminando y se puede llenar de nuevo.

Cuando se trata de cambiar hábitos, es necesario distinguir entre lo que constituye parte de la estructura de nuestra personalidad (y, por lo tanto, difícilmente modificable) y lo que sí se puede cambiar.
Quitar costumbres, vicios o manías siempre resulta penoso porque son conductas que se han incrustado de manera importante en nuestra manera de ser. Pero el esfuerzo del cambio siempre merece la pena.

A veces hemos de cambiar nuestro entorno: aspectos de la vida laboral , social o familiar que no nos gustan y que nos hacen sentir incómodos. Aquí los miedos son mayores, porque ya no depende tan solo de nosotros; aunque tal vez, el primer paso sea empezar por cambiar nosotros mismos

Seamos conscientes de que mientras no se produzcan los cambios, nos seguirán ocurriendo las misma cosas que hasta ahora; seguiran sin gustarnos las mismas situaciones.

Dos cuerpos



Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

Octavio Paz

jueves, 7 de mayo de 2009

Escuchar


Para una buena comunicación es primordial saber escuchar.

Escuchar no es oir, es prestar atención a lo que se oye; y no es cuestión de inteligencia sino de habilidad y esfuerzo.
Con el oído se nace, la escucha se hace.

Ninguna técnica de comunicación, por muy sofisticada que sea, es capaz de transmitir lo que la otra persona de verdad quiere comunicarnos si no somos capaces de permanecer en silencio, sin interrumpir, escuchando y reflexionando sobre lo que nos esta contando.

Churchill decía que "se necesita coraje para pararse y hablar, pero mucho más para sentarse y escuchar"

La escucha ha de ser activa, prestando atención no solo a lo que el interlocutor nos dice con sus palabras, sino también a lo que nos transmite con su cuerpo (mensaje no verbal)

Hay muchos obstáculos que dificultan la escucha activa, como son:

La ansiedad, que se genera en el oyente cuando está más preocupado por sí mismo, por cómo es recibido o por lo que va a responder

La superficialidad, manifestada sobre todo en la dificultad a pararse en los sentimientos de los demás. Se tiende a generalizar o a huir de los temas más comprometidos a nivel emotivo. No se personaliza la conversación.

La tendencia a juzgar, a imponer inmediatamente las propias ideas y decir lo que es justo y lo que no lo es; en lugar de centrarse en lo que está diciendo la otra persona.

La impaciencia, la impulsividad que lleva a algunos a no permitir que el otro se exprese, que termine a su ritmo sus frases.

La pasividad, personas que tienden a dar siempre la razón, faltos por tanto de una capacidad de intervención activa y confrontadora en el momento oportuno.

La tendencia a predicar, a exponer pequeños "sermones" , que buscan que el otro les otorgue la razón y que se sumen a su particular criterio.

Una buena escucha reporta múltiples beneficios no solo al que escucha, también a quien es escuchado:

Eleva la autoestima del que habla, al hacerle sentir que lo que dice es importante.
Se minimizan los riesgos de conflicto debido a las malas interpretaciones en la comunicación.
Se aprende.
Se desarrolla la empatía, ya que quien escucha se identifica con los sentimientos e intereses de su interlocutor.
Además, las personas que escuchan con atención proyectan una imagen de respeto y de inteligencia.

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lunes, 4 de mayo de 2009

Ahora Es


Un hombre se acercó a un anciano y le dijo así:

“Me han dicho que tú eres sabio… Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no están al alcance de las demás personas.”

El anciano le contestó: “Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.”

“Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio”, le contestó el hombre, sorprendido.

“Yo no lo creo así”, le replicó el anciano. “Pues cuando duermes, recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que puedes tener al levantarte. Cuando comes, estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.”

El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada instante del milagro de la vida.

Anthony de Mello
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