jueves, 30 de abril de 2009

Los prejuicios


En las relaciones sociales tiene un papel fundamental la actitud de cada individuo frente a los demás.

Los seres humanos tenemos la tendencia innata de clasificar y categorizar el mundo que nos rodea para poder manejarlo y entenderlo mejor.
El problema es que la clasificación social hace que se exageren las diferencias entre grupos y que los veamos como muy homogéneos, de manera que todos sus miembros nos parecen iguales.

El prejuicio es una actitud "injustificada" hacia un grupo y los miembros que lo componen, tomados en conjunto y/o individualmente.
En esa actitud no interviene el conocimiento expreso de una persona concreta, o de un grupo específico, simplemente actúa la irracionalidad de rechazar por una determinada creencia, sentimiento y/o disposición a actuar.
La etimología de la propia palabra es una clara indicación: "prejuicio" , es decir, un juicio previo a algo, o bien, juzgar por anticipado.

La base de la discriminación suele encontrarse casi siempre en los estereotipos, que son creencias, ideas y sentimientos negativos o positivos hacia ciertas personas pertenecientes a un grupo determinado.
Cuando se realiza una valoración negativa de un grupo en base al estereotipo, el resultado es el prejuicio.
Cuando los prejuicios llevan a una persona a actuar de un modo determinado respecto al grupo o individuo prejuzgado, el resultado es la discriminación .

Según los psicólogos sociales, hay tres teorías para explicar los prejuicios:

1) El conflicto realista, que dice que cuando los recursos son escasos y hay que luchar por el trabajo, el espacio, etc tendemos a ver a los demás como enemigos.
2) Nosotros contra ellos, una teoría según la cual nos gusta dividir todo en polos opuestos: el día y la noche, lo blanco y lo negro, el bien y el mal...y a crear una identidad del nosotros frente al ellos.
3) Aprendizaje social, los prejuicios se aprenden de nuestros padres, profesores, amigos...

Hoy en dia casi todo el mundo aboga por la tolerancia, se rechaza y se ve con malos ojos a quienes prejuzgan y discriminan a los demás. Pero en el fondo, todas las personas prejuzgan , como lo avalan los últimos estudios realizados con sofisticados métodos basados en la respuesta afectiva (más difícil de controlar).

El problema es que muchos estereotipos se aprendieron en la infancia y están tan arraigados en la sociedad y en nosotros mismos, que ya forman parte de nuestros procesos mentales automáticos. Los prejuicios pueden afectar el comportamiento de una persona incluso cuando están tratando de ser justos.

El prejuicio no ha disminuido tanto como parece si comparamos decadas anteriores con la actual , sino que se ha vuelto más sutil y silencioso e incluso, en muchos casos inconsciente ; mientras que antes, la gente los expresaba abiertamente sin remordimientos.

Seguramente el método más adecuado para disminuir la discriminación y el prejuicio es la educación. Para algunos psicólogos sociales es importante enseñar a identificar los valores y actitudes personales, así como analizar las inconsistencias en los valores, creencias, actitudes y comportamientos propios. Asimismo, una educación basada en la aceptación y tolerancia hacia opiniones y propuestas distintas o contrarias a las propias pueden contribuir a eliminarlo (Morris y Maisto, 2001).

Los cambios de hábitos, cambios de actitudes y cambios ideológicos,no se logran de un día para otro, hay que considerarlos a medio y hasta a largo plazo, lo importante es que logremos que sean perdurables; para lo cual es importante ofrecer información y brindar espacios para discutir sobre el tema.

domingo, 26 de abril de 2009

Optimismo inteligente





Parece ser que en el mundo que vivimos, y tal y como estan las cosas últimamente, ser optimista no goza de muy buena prensa y hasta corren el peligro de ser tachados de necios, ilusos y/o pardillos quienes lo practican. Y sin embargo, los especialistas opinan que el optimismo es el camino más corto hacia la felicidad.

Las dificultades y los problemas no van a dejar de estar ahí porque nosotros nos desesperemos, porque perdamos la ilusión y la esperanza , porque nos dejemos caer al vacio; entonces ¿por qué no luchar desde una actitud positiva, entusiasta, dinámica, y por supuesto realista? Por descontado, no estoy hablando del optimismo exacerbado, propio de la euforia o mania; sino de un optimismo inteligente.

La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y desánimo. El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo, pero con el fin de encontrar soluciones y nuevas posibilidades.

Las personas moderadamente optimistas, al contrario de lo que parecería, suelen tener una visión más realista de la vida y del entorno.

Mientras el pesimista se siente impotente ante la adversidad, el optimista considera los golpes de la vida como desafíos temporales y reversibles.



Una investigación llevada a cabo por la clínica Mayo de Nueva York, con 839 personas, a las que se midió su nivel de optimismo hace 30 años, reveló que los optimistas viven un 20% más que los pesimistas. Al parecer, la salud no sólo depende de la genética y las condiciones físicas, sino también de la actitud que tenemos en la vida, cómo afrontamos los problemas y de qué manera combatimos el estrés. Mientras que el pesimista se da por vencido, el optimista mantiene un mejor sistema inmunitario y se recupera antes.

En cuanto a si se trata de una cualidad innata o podemos aprender a ser optimistas, se establecen muchas más dudas que certezas. Algunos investigadores defienden un componente genético y otro aprendido, y por lo tanto modificable. En cambio, pensadores, como el fundador de la psicología positiva Martin Seligman, afirman que hasta las personas más cínicas son capaces de aprender optimismo y mejorar sus vidas.

La investigadora estadounidense Carol Dweck, autora del libro “Mindset“, también opina que el optimismo puede aprenderse. Considera que está al alcance de todos con sólo adoptar lo que ella define como “mentalidad del cambio”: tener conciencia de que somos personas cambiantes, que crecemos cada vez que nos arriesgamos a aprender algo nuevo y que el optimismo incrementa cuando uno se da cuenta de que es dueño de su destino.

Según ella, la mejor manera de criar optimistas es educando a los niños y los jóvenes con una “mentalidad de crecimiento”: aumentando su autoconfianza felicitándolos por sus esfuerzos y no por sus logros.

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jueves, 23 de abril de 2009

Proverbio


"Vigila tus pensamientos, porque ellos se transformarán en palabras.
Vigila tus palabras, porque ellas se convertirán en actos.
Vigila tus actos, porque ellos se volverán tus hábitos.
Vigila tus hábitos, porque ellos constituirán tu carácter.
Y vigila tu carácter, porque él forjará tu destino"
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sábado, 18 de abril de 2009

La escritura como terapia.


Muchos de nosotros hemos escrito en un momento de nuestras vidas un diario ( o unas hojas escritas), a veces con asiduidad, otras solo en determinadas ocasiones.

Sí pasado un tiempo, nos hemos parado a ojearlo habremos observado que casi siempre son escritos que expresan emociones íntimas, por lo general negativas, que se corresponden con situaciones que vivimos o sentimos de una forma traumática, o nos detallan un momento de crisis o expresan algún conflicto interno.

Probablemente reconozcamos y recordemos el dolor que sentiamos mientras plasmabamos sobre el papel esas experiencias, pero también recordaremos que se trató de un ejercicio muy liberador, que nos ayudo a recuperarnos de la amargura y mejorar el estado de ánimo, y nos sirvio para renacer de nuestras cenizas y evolucionar.

La escritura nos permite "digerir", aceptar y ver desde otra perspectiva las situaciones adversas,nos sirve de valvula de escape y nos ayuda a dar forma a esos pensamientos difusos que se enredan en nuestra mente hasta que afloran; es más fácil leer un pensamiento en un papel que en la cabeza.

El silencio enferma, la palabra cura.

Expresar las emociones permite liberarse de ellas y de ahí parten la mayoría de las terapias psicológicas. Pero la intimidad del papel y el bolígrafo, o en nuestros días,del ordenador , tiene un plus: se puede "sacar" todo, con total libertad, sin tener que "comportarse adecuadamente" o guardar las apariencias o tener que reducir los miedos .
Tal vez ahí también resida el éxito y auge de los blog y de los foros de relaciones.

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miércoles, 15 de abril de 2009

Las mujeres de mi generación.


La catedrática de psicología de la U.C.M., Rosario Martínez ha presentado un estudio sociológico elaborado en España sobre la realidad, inquietudes y deseos de las mujeres en poblaciones urbanas de 50 a 65 años.

El estudio que lleva por título “Diferente a los 50”, revela que las mujeres españolas en esta franja de edad se sienten activas, independientes, jovenes y atractivas. Sin embargo,se sienten invisibles y desconcertadas ante una sociedad que no tiene en cuenta sus necesidades.

El estudio refleja que nos encontramos con una generación sándwich, es decir, atrapada entre los hijos, los padres y los nietos: Una buen porcentaje tienen aún hijos viviendo a su cargo, cuidan de sus nietos y muchas de los padres. En general, el cuidado de estos lo viven con satisfacción, pero también puede suponer una carga; aunque son una generación de mujeres que encuentran su estabilidad en el seno de la familia.

Según palabras de Rosario Martínez , “las mujeres de ahora no se parecen en nada a las mujeres de pasadas generaciones; y la sociedad aún tiene la idea de que las mujeres de más de 50 años son abuelitas, pero vemos que esa imágen no se corresponde en absoluto con la realidad. Son mujeres vitalistas que se sienten jóvenes, bien de salud y disfrutan del sexo más que en anteriores generaciones, aunque dentro de sus intereses y actividades, el sexo no es considerado como una de sus prioridades”.

El estereotipo de la soledad que aparecia a menudo unido a la edad madura ha quedado anulado,hoy en día las mujeres saben disfrutar de su tiempo libre y de su independencia, aunque algunas se arrepienten de no haber disfrutado de la vida de manera más intensa.

En términos generales, puede decirse que se sienten optimistas y afrontan la vida con una actitud positiva.
Son mujeres que controlan y cuidan tanto su alimentación, como el ejercicio y su aspecto físico, porque para ellas es esencial sentirse bien consigo mismas.

"No quieren ser como sus madres y además defienden y luchan por sus derechos y reclaman más tiempo para ellas. Es un cambio social que se adivina profundo y sin vuelta atrás"

Hoy se pueden entender los 50, como los nuevos 40.


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domingo, 12 de abril de 2009

Abuso de los "sindromes"


Hoy en día y en nuestra sociedad ir al psicólogo se empieza a entender como algo normal, pero algunos profesionales y los medios de comunicación se pasan un poco de la raya creando necesidades psicoterapéuticas donde no las hay.

Denominamos síndromes o síntomas a lo que no es más que la vida ,a aquello que tiene que ver con episodios normales : la salida de los hijos del hogar ("el síndrome del nido vacío"), la vuelta de vacaciones ( "el síndrome postvacacional"), la inmadurez emocional y las pocas ganas de crecer ( "sindrome de Peter Pan"), las personas que se ven marcadas por un situación social("sindrome de la abuela esclava"),"sindrome de Wendy","sindrome de estar quemado","sindrome de la mujer acelerada" (este es de los últimos en entrar en la lista)... y así un largo etcétera.

Está bien que la gente acuda al psicólogo cuando lo necesite; cuando hay conflictos emocionales graves y también cuando necesite orientación o ayuda para entender o manejar un problema; pero no creo sano crear dependencias, ni dejar pensar que las personas no tienen recursos propios para poder solucionar muchas cuestiones de su vida diaria.

Entiendo que no debemos convertir en enfermedad lo que no son más que momentos vitales.

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miércoles, 8 de abril de 2009

En el ojo del huracán


El ojo de la tormenta es ese punto específico del centro de un tornado, huracán o tifón, que se encuentra en calma, casi aislado del fenesí de actividad, tanto que hasta los pájaros pueden volar.

Todo lo que hay alrededor del centro es violento, turbulento, pero el centro permanece tranquilo.

Seria estupendo que pudieramos conservar la calma, la serenidad en medio del caos... situados en el ojo de la tormenta.

Descubririamos que en ese punto, somos más conscientes de nuestra realidad inmediata,tomamos una nueva perspectiva de la situación, nuestra mente tiene más capacidad de respuesta.

Tal vez al principio es difícil llegar hasta ese punto, pero una vez conseguido - con voluntad y práctica- compensa.

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jueves, 2 de abril de 2009

Alma de mujer





Alma desnuda

Soy un alma desnuda en estos versos,
alma desnuda que angustiada y sola
va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
que puede ser un lirio, una violeta,
un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
y ruge cuando está sobre los mares
y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares
dioses que no se bajan a cegarla;
alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
con sólo un corazón que se partiera
para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
dice al invierno que demora: vuelve,
caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
en tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
a campo abierto, sin fijar distancia,
y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia,
de un suspiro, de un verso en que se ruega,
sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
y negando lo bueno el bien propicia
porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
palpar las almas, despreciar la huella,
y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
como los vientos vaga, corre y gira;
alma que sangra y sin cesar delira
por ser el buque en marcha de la estrella.


Poema de Alfonsina Storni.

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