domingo, 13 de mayo de 2012

El fracaso no existe


Puede que te sorprenda oír esto, pero el fracaso no existe. El fracaso es simplemente la opinión que alguien tiene sobre cómo se deberían hacer ciertas cosas.
Wayne Dyer


 Los niños no entienden de fracasos, hasta que no se lo oyen a los mayores. Ellos solo entienden que sus dibujos, sus construcciones, los muñecos que han hecho con plastilina o el montón de arena ha quedado a su gusto o no les ha gustado y vuelven a empezar o lo olvidan y no pasa nada.
Conforme van haciendose mayores la palabra fracaso (no cumple las espectativas que sobre ellos tienen los adultos) se abre camino en sus vidas, hasta que se interioriza.

Y cuando uno cree no estar a la altura de aquello que se espera de el/ella, el fracaso irrumpe para cuestionarlo todo, para cuestionarse a si mismo y cesan los intentos de hacer cosas nuevas por  el miedo a equivocarse, por el miedo a no dar la talla. Un lastre demasiado pesado que limita todas nuestras actuaciones futuras.

El fracaso no existe cuando uno confia en sus posibilidades; asume que puede equivocarse, porque errar es algo innato a la condición humana; acepta que las cosas no tienen por qué conseguirse de forma inmediata; conoce y acepta sus limitaciones.

El éxito es importante, pero no es sinónimo de valía.

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7 comentarios:

Tita dijo...

¡Cuánto tiempo sin alimento por aquí! Me gusta como te ha quedado el blog, magnífica entrada además.

Besos

Carmen dijo...

Tienes razón, Tita. He alimentado tanto al otro, que este ha quedado un poco relegado,que no olvidado.
Vamos a ver si le pongo remedio :D

Un beso

Pluvisca dijo...

Menos mal que vuelves jooo, tanta comida y no alimentas el alama...

Si, el fracaso se nos ha inculcado tanto que aunque digamos que no existe, por dentro nos corroe...

Besines de abuela

Carmen dijo...

Es verdad, ando perdida entre fogones, pero no sufras que el alma está bien alimentada; aunque no quede reflejado aquí.

Claro que nos corroe, porque la educación que hemos recibido estaba encaminada a conseguir el éxito y todo lo que no fuera alcanzar esa meta, era fracaso. Una educación competitiva, donde poco se tenía en cuenta la individualidad y los valores personales.

El error, es seguir educando del mismo modo y continuar dando valor a los parámetros éxito&fracaso y hacer bueno aquello de "tanto tienes tanto vales"

¿Besitos de abuela? Uhmmm qué ricos ;D

Maite dijo...

Cómo quisiera ser niña nuevamente!!!.... claro que con este camino recorrido... seguramente la vida sería diferente.
Besitos.

Carmen dijo...

Hola Maite,

El camino sería diferente porque en el recorrido hemos aprendido mucho de lo que hay y no hay que hacer, aunque seguro que núnca faltarían obstáculos.

Un beso

Ximo Segarra "ACAPU" dijo...

Muy bien dicho Carmen.

Muy buena la cita de Dyer.

:)