domingo, 27 de diciembre de 2009

Olfato y emociones positivas


A través de un estudio que analiza la importancia que tiene para los españoles el sentido del olfato, se ha llegado a la conclusión de que, más allá de su capacidad sensorial, este tiene un componente emocional muy fuerte.

Según M.Segura (directora del gabinete psicológico, Espacio Común.Madrid) "los aromas nos evocan recuerdos, nos motivan sensaciones, nos transmiten deseos y nos potencian apetitos". Ocho de cada diez entrevistados afirma que los olores tienen la capacidad de hacerles recordar algo que les ocurrió en el pasado e incluso les ayuda a generar recuerdos.

Estos recuerdos vinculados a olores suelen asociarse a situaciones vividas, a la infancia o a gente conocida (uno de cada tres señala que existe una relación directa entre el perfume y la persona a la que se lo asocian); algunos de los consultados asocian también los olores con ciudades visitadas, amigos o anteriores parejas.

Aunque la mayor ventaja del olfato es poder disfrutar de los diferentes tipos da aromas, curiosamente a la mitad de los entrevistados para el estudio les produce más emociones positivas el olor de las personas a las que quieren que los perfumes o los aromas culinarios.



Esta es una época especialmente evocadora de aromas. Aromas unidos a las tradiciones culinarias, que nos remontan al recuerdo de nuestras madres ajetreadas en la cocina preparando cenas y comidas apetitosas, a reuniones familiares entorno a una esmerada mesa. Aromas de reencuentros. Olores que recuerdan las primeras fiestas nocturnas para celebrar el nuevo año, de aquellos primeros vestidos de fiesta, de perfumes elegidos para la ocasión. Olores a chocolate con churros, saboreados con ojeras y pies doloridos y confeti entre las ropas.
Hoy, esos aromas serán los olores evocadores en el recuerdo de mis hijos. Olores y emociones. Emociones y aromas del recuerdo.

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11 comentarios:

emilio dijo...

Esos aromas del pasado, yo cuando vuelvo a casa de mi madre, noto aún en su dormitorio la ausencia de mi padre, y si abro su armario no digamos.. uff, una pasada de sentimientos.
A mi también me atraen más estos olores que los culinarios, pero en todo caso que rico el asado del día de Navidad que me hizo Emibel.

Un abrazo.

Reflexiones de Emibel dijo...

Así es, Carmen, el olfato nos rememora recuerdos de gente querida, situaciones vividas.
Cuando falleció mi padre me gustaba sentarme en el sillón que, por desgracia sus últimos años de vida,pasó mucho tiempo sentado apoyado en un cojín, y me gustaba abrazarme a ese cojín y aspirar su olor, su maravilloso aroma. Tengo ropa de él guardada en mi armario que de vez en cuando me abrazo a ella, como si le abrazara a él e intento embriagarme de ese olor ya desaparecido pero que permanece en mis fosas nasales.
Sigo oliendo la mantita de mi gata y sigo oliendo a ella.
Todo ésto me reconforta, me une más a ellos hasta el día que cruce el arco iris para reunirme con ellos.
Tus entradas siempre me hacen recordar, reflexionar y cuantísimo me agrada.
Un beso, cariño.

FABIA dijo...

Los olores tienen muchisima importancia en nosotros, cuando mi hija era pequeña me decia, qué bien hueles, yo le preguntaba ¿a qué huelo? y respondia: a mamá.
Creo que esos olores permanecen en la memoria mas que una imagen.
Preciosa entrada. Besinos.

Anónimo dijo...

Los aromas...los llevamos enraizados en el cerebro ...¡por años!, seguimos pensando que aquello o esto que cocinaba mi madre...en fin, tal vez aun no hemos perdido por completo el olfato que caracterizò al hombre primitivo...

FELICES FIESTAS

saludos cordiales

Pluvisca dijo...

Hola preciosa, ya estoy de nuevo en casa.

Los olores, bufff, hay algunos que me despiertan una añoranza y una ternura y...

Por cierto, en el tema de los olores, ya sabes que los perros tienen el olfato mil veces mas despierto que el nuestro, pues mi perra, con mi nuera, se quedo enganchada a ella, "olia el embarazo", una pasada...

Un abrazo grande

Paco Mira dijo...

Muy de acuerdo los olores nos llevan al pasado a mi el olor de recien nacido de mis hijos, o cuando los bañaba el olor a gel, colonia es algo que me encantaba leyendo este blog me ha traido muy buenos recuerdos....hay cosas que no conviene nunca olvidar una el olfato nos lo recuerda cuando tenemos en nuestros brazos a un bebe.

MUY BUEN POST...ME HA ENCANTADO...MELANCOLIA. AÑORANZA...QUE TIEMPOS MAS HERMOSOS

Un beso

Tita dijo...

Solo leer el título ya me ha hecho sonreir...verdades como puños. Mi hija también me dice que huelo bien, a mamá...y yo recuero perfectamente el olor de la mía, y el de mi padre, y el de la habitación de mi niña cuando era bebé y no la ponía colonia, para olerla mejor. Era tan rico, que mis amigas entraban en su cuarto y lo decían ¡huele a tu niña!

Cuando nació aspiré fuerte su olor de la cabeza, para no olvidarlo nunca.

Con los olores solo tienes que cerrar los ojos, e imaginar que todo sigue ahí, que nada ha cambiad

Flautista de Neón dijo...

Olores,
Aromas,
Fragancias,
Perfumes,

Todo lo relacionado con el sentido del olfato.

Tengo el privilegio de saber oler las cosas. Mi mente se convierte en un torbellino de sensaciones multicolores, cuando mi cerebro procesa lo que captan mis fosas nasales.

Mmmmmmmmm,..... suculento post, Carmen, me huele muy bien.

Un abrazo, de duende isleño.

Reflexiones de Emibel dijo...

Carmen, cielo, que pases una nochevieja muy feliz, brindaré contigo en mi mente esta noche para decir adios al 2009 y recibir el 2010 con ilusión.
Que el año venidero cumpla todos tus deseos.
Besos, preciosa.

Contrapunto dijo...

Todos los años por Navidad hago compota con vino, canela, ciruelas, higos, ese olor me trae el recuerdo de la casa de mis padres.
El olor a ropa recien planchada, a sopa de cocido de los domingos.
Olores llenos de buenos recuerdos.
Un beso

Carmen dijo...

Gracias amigos por compartir vuestras preciosas y emotivas anécdotas y recuerdos aromáticos.

Para mi teneis el aroma inconfundible de la amistad, del cariño. Olor entrañable y refrescante.

Os deseo una feliz entrada en el Nuevo Año y que la bonanza dure los 365 dias.

Recibid un abrazo apretao (cada uno el suyo ¿eh?)