lunes, 5 de enero de 2009

Mágica noche



De todas las noches de mi vida, la del 5 de Enero es siempre mágica y especial.

Lo era cuando de niña me mandaban temprano a la cama, no sin antes haber limpiado cuidadosamente mis zapatos y haberlos dejado bajo el árbol y después de cerciorarme de que mis padres dejaban una copita de licor para cada uno de los Reyes y agua en la terraza para los camellos.
Los nervios me impedian conciliar el sueño y mi inocencia infantil me hacía temer lo peor: que pasarian de largo si no conseguia dormirme. Apretaba fuertemente los ojos, pero cualquier susurro, el más leve movimiento me ponia alerta.
Supongo que finalmente caía agotada en brazos de Morfeo, hasta que al llegar el amanecer ya no podía aguantar más en la cama y salía corriendo hasta el salón, tirando de mi hermana. ¡ Cuántas sorpresas, cuántos regalos! muñecas, carteras, cuentos, plumieres, patines... Corriamos a la cama de los papas y luego a la escalera del portal a reunirnos con el resto de los niños del vecindario y comprobar lo generoso de los Reyes.
¡Cuántas ilusiones compartidas!

De madre he mantenido esa misma ilusión en mis hijos, procurando darle toda la mágia que requiere. También ellos han tenido que cepillar sus zapatos y dejarlos bajo el árbol. También han tenido que irse antes a la cama, supongo que con temores parecidos a los mios y con ilusiones semejantes.
Cuando ya no podian más nos pedian que les acompañasemos porque no se atrevian a entrar solos, por si aún estaban los Reyes.
Si era demasiado temprano les pediamos paciencia, pero ¡como se puede pedir paciencia a un niño ilusionado !
Solo ver sus caras convertia esa noche en mágia pura.

Han pasado algunos años desde que mis niños abandonaron su infancia, pero aún hoy siguen dejando sus zapatos bajo el árbol y levantandose con ilusión para ver lo que los "Reyes" han depositado en ellos. También yo dejo mis zapatos.

¡No dejemos núnca que muera la ilusión!


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2 comentarios:

Tita dijo...

Es realmente mágica, lo que más merece la pena de la navidad, su mirada, la ilusión, ilusión, ilusión!!!!!

Azul. dijo...

Es la ilusión lo que nos empuja a seguir adelante, no?

Nunca perderé la magia de este día, asi me lo enseñaron, y así lo he hecho yo, como tú, Carmen.

Besos.