domingo, 1 de marzo de 2009

DESamor


No hay un único elemento que desencadene el desamor ; por el contrario, hay muchas pequeñas causas que al principio no traspasan la venda con que nos ciega el enamoramiento pasional, pero que, poco a poco, van calando hasta que finalmente la venda termina por caer.

La mayoría de los psicólogos coinciden en afirmar que los factores que conducen al desamor son siempre muy variados y juntos se convierten en un cóctel explosivo que, cuando estalla, deja a los dos miembros de la pareja sumidos en el rencor, el desconcierto y la infelicidad.

Una ruptura raramente surge porque sí. Cuando se llega a esa situación, casi siempre ha habido un proceso de desgaste.
La rutina, la monotonía, la infidelidad, la decepción, la inmadurez, el egoismo... y sobre todo la falta de comunicación son los grandes enemigos del amor.

Otras veces es tan sencillo como que el amor se acaba. Nadie es dueño de las emociones ajenas, y pretenderlo es una utopía.

La pérdida de la pasión y el deseo (el sexo se convierte en una obligación), el distanciamiento o la falta de ilusiones comunes son algunos de los síntomas que hacen presagiar la llegada del desamor.

La psicóloga María Jesús Álava ,en su libro "Amar sin sufrir" , hace el siguiente análisis: "las mujeres nos solemos quejar de que ellos no nos entienden o no nos miman como desearíamos, pero también los hombres se sienten muy presionados, porque la mujer ha pasado de tener una parte pasiva en la relación a mostrar sus exigencias de forma activa. Además, existen diferencias muy importantes entre los dos sexos de las que no somos conscientes y que constituyen en gran medida la principal causa de fracaso de la pareja. Las mujeres les estamos pidiendo a los hombres que sientan, piensen y actúen como nosotras, y en sentido contrario pasa lo mismo".

También es cierto que en la actualidad se aguanta menos, hay más facilidades para separarse, se confunde enamoramiento con amor…, y también, indudablemente, influye el hecho de que nuestro tipo de sociedad favorece la aparición de individuos con el síndrome de Peter Pan, es decir, que prolongan sus rasgos infantiles de egoísmo y falta de compromiso hasta bien entrada la madurez. Esa infancia anormalmente larga hace que se conciba la pareja como un compañero de juegos o, incluso, como un juguete. Cuando se estropea, deja de interesar.

Depués de todo esto ¿nos puede quedar la esperanza de que exista un amor para siempre? Pues si.

Os dejo las palabras del psicólogo Antonio Gil que nos asegura que el amor eterno puede estar al alcance de todos nosotros. "Es una habilidad, una labor diaria de los dos. Las parejas que duran toda la vida son aquéllas que se comunican bien, que negocian y que tienen habilidad para solucionar los problemas. Es cierto que las causas del desamor son muchas y que todos corremos el riesgo de desenamorarnos. Pero siempre es posible dar marcha atrás. Si has estado bien con alguien durante años, ¿por qué no vas a seguir así si pones un poco de esfuerzo en el día a día?".

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3 comentarios:

Tita dijo...

Qué palabras tan acertadas y qué post tan sabio y tan bien traido. Sólo puedo añadir que he (hemos) tenido la suerte de no tardar demasiado tiempo en darnos cuenta en la práctica de eso, de que exige un verdadero y titánico esfuerzo cuidar que esos cimientos no se los coma la termita de la decepción, la incomunicación, los malos entendidos y la intolerancia.

Tengo el amor por bandera, y no me creo que todas las separaciones sean porque éste se acaba. O no lo fue nunca (enamoramiento simple, como bien dices), o simplemente falta de trabajo diario...

Pluvisca dijo...

Pues no tiene porqué acabar el amor, puede ser que en un momento de la relación se busquen metas distintas.

No todas las parejas que duran toda lal vida se quieren, la mayoría siguen por dinero, intereses sociales, familia, niños, miedo a la soledad, etc.

Tal vez de cara a la galería den una impresión de armonía, pero si los vieramos por un agujero nos sorprenderiamos...

Un abrazo

Carmen dijo...

Tita,

Al enemigo hay que ponerle cara para poder prevenir su llegada o combatirlo si es necesario.

Yo también estoy bajo esa bandera y pienso como tu, que es un trabajo díario por parte de ambos.

Pluvisca,

Las relaciones de pareja son casi siempre muy complejas , y jamás se puede generalizar.

Es indiscutible que hay desamor, como hay amores eternos, como relaciones basadas en acuerdos e intereses. Y todo válido si se sabe aceptar y vivir con ello.

Besos.